HOMEOSPAGYRIA

La Homeospagyria se engloba dentro de las denominadas homeoterapias. Se trata de un sistema terapéutico que emplea dosis infinitesimales y que clínicamente compara el organismo y sus reacciones con modelos observados en la naturaleza.

  Para comprender mejor las homeoterapias hay que sumergirse en los conceptos divulgados por Hipócrates, considerado en Occidente como padre de la Medicina, y recogidos por Paracelso (siglo XVI), verdadero impulsor de la homeoterapia occidental, en lo que él definió como Spagyria, vinculando esos conceptos a los de la Alquimia aplicada a la medicina. La adaptación al lenguaje científico actual de los conceptos tradicionales, su definición y estructuración realizadas por el doctor Juan Carlos Avilés, justifican el uso de un nuevo término: la HOMEOSPAGYRIA. En ella la Medicina Tradicional de Occidente se revitaliza, adaptándose una vez más a los tiempos.

  El medicamento de uso en Homeospagyria es un nutriente en los niveles energético, físico y funcional de las reacciones defensivas del organismo.

EN HOMEOSPAGYRIA EXISTEN TRES GRUPOS DE MEDICAMENTOS

1-    Pancrestos: Medicamentos de amplio espectro que cubren lo que en Homeospagyria se llaman actividades vitales: áreas definidas de consciencia y funcionamiento biológico de cuya integración y equilibrio depende el bienestar general y la salud.

2-    Organoespecíficos: Medicamentos formulados con un biotropismo selectivo hacia órganos y funciones tanto fisiológicas como psicológicas.

3-    Sales bioinorgánicas: Medicamentos minerales que forman parte de los tejidos orgánicos y que regulan el metabolismo.

Actualmente existen varios organismos encargados de la difusión de la Homeospagyria de carácter científico orientados hacia la realización de estudios e investigaciones en el área clínica y metodológica (Sociedad de estudios e investigaciones Spagyricas: S.E.I.S), colectivos asociados de médicos (A.M.I.H.), farmacéuticos (A.F.I.H.), y psicólogos (A.P.I.H.), una escuela de formación (Instituto Asclepios) y finalmente, un laboratorio farmacéutico (Heliosar Spagyrica), encargado de la elaboración de los medicamentos, especialmente orientado a atender farmacológicamente el particular modelo clínico propuesto por la Homeospagyria.

¿Cómo se administran los medicamentos homeospagyricos?

Todos los medicamentos se absorben por vía oral/sublingual, lo que supone una rápida y fácil absorción, excepto un medicamento de uso tópico. La administración de medicamentos homeospagyricos no produce efectos secundarios.

¿Qué riesgo de intoxicación existe?

Podemos afirmar que los estudios realizados, tanto de toxicidad aguda como crónica, han demostrado la absoluta inocuidad de los medicamentos homeospagyricos.

¿Cómo actúan los remedios homeospagyricos?

Nutriendo la propia reactividad del paciente para que así tenga la energía necesaria para recobrar su estado de salud.

¿Es rápido su efecto?

Como en cualquier otro sistema terapéutico, su respuesta depende de las características del enfermo y del tipo de patología tratada, así como de su antigüedad. En procesos agudos sus efectos son rápidos como han podido constatar los pacientes ya tratados con los remedios homeospagyricos.

¿Es una medicina natural?

Como sucede en las homeoterapias, la Homeospagyria ejerce su acción estimulando al propio enfermo y potenciando su capacidad reactiva de tal modo que sea eficaz en la restauración de la salud. Es el enfermo quien sana con  la ayuda de los tratamientos homeospagyricos.

¿Cuál es el campo de acción de la Homeospagyria?

El espectro terapéutico de los medicamentos homeospagyricos abarca la totalidad de las especialidades médicas en general, tanto en procesos agudos como crónicos. Su utilización contrastada por numerosos médicos, generalistas y especialistas, ha rendido gratos beneficios a sus pacientes.

¿Se puede combinar la Homeospagyria con otros tratamientos?

Siempre que el médico o especialista lo estime conveniente en aras de una mayor eficacia terapéutica.

¿Por qué dosis pequeñas?

La primera razón es que la Homeospagyria es una terapia basada en la estimulación de los propios mecanismos defensivos del paciente y, desde esa óptica, se utilizan las materias primas (vegetales, minerales y metales) en concentraciones semejantes a las que actúan las propias moléculas reguladoras del metabolismo.

¿Qué efectos secundarios pueden manifestar?

La administración de medicamentos homeospagyricos no produce efectos secundarios.

¿Se puede administrar durante el embarazo?

Los medicamentos homeospagyricos, al no ser tóxicos ni para la madre ni para el feto, están a disposición del médico o terapeuta en el tratamiento del embarazo. Obviamente el embarazo no es una situación patológica, aunque los intensos cambios producidos durante el embarazo y los primeros meses después del parto ocasionan serias molestias a las futuras madres. Náuseas, vómitos, pesadez de piernas, hemorroides, ciáticas, suelen ser frecuentes en estos momentos.

¿Se puede emplear en niños?

Sí. Las dosis débiles que se emplean en general en los medicamentos homeoterápicos aportan unos niveles de seguridad muy recomendables en los tratamientos infantiles, siempre bajo criterio médico, esto unido a la altísima receptividad del organismo infantil, hace que sea un tipo de medicamento especialmente útil en patología pediátrica.

¿La presencia de alcohol es peligrosa en niños y embarazadas?

No en las dosis propuestas, pues el propio organismo genera, en determinadas reacciones metabólicas normales, cantidades diarias superiores a las administradas con el medicamento.

*A MODO DE RESUMEN.

Las palabras que nos dejó Paracelso en el siglo XVI pueden perfectamente servir hoy día para intentar transmitir el espíritu de lo que realmente pretende la medicina homeospagyrica:

“Las enfermedades requerirán que el médico las estudie aplicándoles las semejanzas que correspondan, preparando y separando las cosas visibles y reduciendo sus cuerpos a su última materia con ayuda del arte spagyrico.

  Aprended pues la Alquimia, también llamada Spagyria, y ella os enseñará a discernir lo falso de lo verdadero. Con ella poseeréis la luz de la naturaleza y con ellas podréis probar todas las cosas claramente, discurriéndolas de acuerdo a la lógica y no por la fantasía…

  Recordad que existen dos clases de terrenos capaces de albergar las enfermedades y de conservar en ellas profundas y duraderas huellas. Uno de esos terrenos es la materia, es decir, el cuerpo. El otro, inmaterial, es la esencia del cuerpo, de naturaleza invisible e impalpable”.

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